Aunque no lo creamos, la mayor parte de momentos en nuestra vida no tenemos ganas de salir de casa y seguramente vamos a preferir hacer alguna otra actividad que podamos apreciar más en la intimidad.
No tengo ganas de salir de casa
Hoy en día la frase «No tengo ganas de salir de casa» se ha vuelto muy popular en nuestra sociedad para cualquier tipo de actividad que nos ofrezcan hacer, pero mucho más lejos de la realidad, esto no es considerado algo negativo siempre y cuando no se haga de manera reiterada y continua. En el caso de que así fuera, nos podría acarrear graves problemas a la hora de cumplir con nuestras obligaciones diarias, ya que podríamos llegar a abandonarlas por el hecho de permanecer en nuestra casa, aislándonos del exterior.
En el siguiente artículo vamos a analizar algunas de las situaciones más comunes de producirse y las maneras en las que podremos prevenirlas o en algunos casos incluso superarlas.
¿Por qué no tenemos ganas de salir?
Esto es algo muy subjetivo, debido a que salir o no de casa puede deberse a diferentes factores y es algo muy personal . Cada uno de nosotros tiene una percepción distinta de su situación, y sus motivos por los que justifique salir de casa pueden llegar a ser reales o ficticios.
Por ejemplo, en el caso de que no tuviéramos amigos y nos sintiéramos solos cada vez que asistimos al Instituto o incluso nuestra presencia fuera objeto de mofas por parte del resto de gente, supondría un motivo suficiente para que no quisiéramos asistir al centro de estudios o salir de nuestra casa.
Una de las causas principales por las que se crea una conducta de aislamiento social en la población es la sensación que tienen ellos mismos sobre su vida diaria.
Al principio esto podría no ser algo relevante, es decir, el hecho de no querer salir de casa para evitar situaciones indeseadas, pero si no logramos tener la capacidad de superar dichas situaciones diarias, nuestra conducta de aislamiento y evitación social podría aumentar considerablemente.
Llegados a este punto, existe el riesgo de llegar a ser un gran problema en la vida diaria de esta persona, pudiendo afectar a diferentes aspectos de su vida, como sociales, personales y laborales.
¿Cuáles son las causas más comunes?
En el siguiente apartado veremos algunos de los motivos más conocidos por los que una persona no tendría ganas de salir de su casa de forma habitual.
1. Pensamiento radical
Generalmente las personas con un pensamiento radical son propensos a tener poca tolerancia ante la frustración que sienten cuando las cosas no les salen como ellos creen que deberían ser. Cuando esto ocurre suelen tener situaciones desproporcionadas como evitar a la gente o no salir de casa directamente.
2. Estilo de vida insano y agotador
Mantener un estilo de vida con una continua mala alimentación, con escasas horas de sueño y jornadas laborales largas y agotadoras, puede provocar que la persona nunca se encuentre con ganas de salir de casa, ya que realmente no tienen suficiente energía para hacer otras actividades.
3. Estado depresivo
Cuando una persona llega a un estado de depresión, normalmente suele estar incentivado por alguna mala experiencia que ha tenido en su vida cotidiana, ya sea real o ficticia, esto puede causar que la persona tenga miedo a repetir estas experiencias y evite directamente salir de casa.
En casos extremos de depresión, el problema es de mayor grado, ya que la persona no suele tener deseo de hacer nada.
4. Estado de ansiedad
Es habitual que la ansiedad vaya acompañada de la depresión, pero también hay casos en los que aparece sola si la persona tiene la sensación de que saliendo de casa todo le va a salir mal. De forma irracional la persona siempre tiene un pensamiento negativo relacionado a salir de casa.
5. Proceso de aceptación
En el momento en el que ocurre una situación impactante o muy triste para nosotros, como por ejemplo una perdida de un familiar o conocido, suele aparecer como respuesta una conducta de aislamiento total.
En este transcurso del tiempo, la persona prefiere pasar por un momento de soledad hasta que consiga asimilar la situación, ya que en esos momentos no es capaz y prefiere apartarse.
¿Qué hacer para superarlo?
La forma más ideal de prever una posible conducta de aislamiento es aceptar las cosas como ciertamente están ocurriendo y no dejarlo pasar. En los siguientes puntos podremos ver como conseguirlo.
1. Darte cuenta desde cuando presentas la conducta.
Revisar el tiempo que hace desde que empezamos a no tener ganas de salir de casa. Gracias a esto podremos darnos cuenta de lo que esta pasando y empezar a trabajar para solucionar el problema para así evitar que la situación se alargue.
2. Identificar la causa de la conducta
Si conseguimos precisar que nos pudo ocurrir para tener una conducta de aislamiento y no querer salir de casa, podremos comenzar a buscar una solución al respecto.
Seguidamente deberemos evaluar de manera objetiva el motivo sin que intervengan tus emociones.
Hay que aceptar la realidad tal y como es, no como nos gustaría que fuese. Si por ejemplo tenemos un estilo de vida muy duro físicamente, desear tener más energía para poder llevar tu día a día no quita que necesites descansar más.
3. Razonar como te afecta no salir de casa
Para comprender que una conducta de aislamiento no nos aporta nada bueno necesitamos pensar como nos afecta quedarse siempre en casa, ya que esto nos aleja de la situación real. Se debe asumir esta realidad y buscar la mejor opción para solucionar el problema.
4. Poner horarios
Establecer unos hábitos es algo fundamental para atraer un estilo de vida más enérgico y tener un apoyo en nuestro día a día a la hora de querer progresar nos puede facilitar este objetivo. Llenar nuestro tiempo libre con actividades emocionantes que te lleven a conocer gente fuera de casa y divertirte en lugares abiertos, será un atractivo recordatorio de lo que debes seguir haciendo.
5. Establecer rutinas de ejercicio al aire libre
Hacer ejercicio físico como ir en bicicleta o salir a correr puede hacer que liberemos endorfinas y nos sintamos mejor anímicamente desde el primer momento de empezar.
6. Si nada funciona, asiste a un profesional.
Si después de seguir todos los pasos anteriores, seguimos sin poder solucionar el problema, lo mejor es que asistas a un psicoterapeuta el cual podrá ayudarte a superar tu aislamiento en casa y evaluar las situaciones que te han llevado a ello. No dudes en ponerte en contacto con nuestros Psicólogos en Murcia para cualquier consulta.