Tenemos derecho a expresar nuestras opiniones, deseos y críticas. Además, es una buena terapia para nuestra salud. Pero es importante que lo hagamos de una manera idónea, sin dar lugar a ofensas, y siempre desde la asertividad.
Las personas con habilidades asertivas tienen la capacidad de expresar sus sentimientos y reclamar sus derechos si afectar a los de los demás. Lo hacen en el momento oportuno y sin exceso de ansiedad. Esto redunda en que se sienten cómodas consigo mismas y con los demás. Y satisfechas al tener el control de su vida.
Pero ¿cómo cambiar un comportamiento que nos disgusta de otra persona? ¿Cómo expresar sentimientos negativos evitando estallidos de ira y discusiones con los otros? En Psicología existe la Técnica de la Oposición Asertiva para conseguirlo.
Consta de estos sencillos pasos:
- Define el objetivo a conseguir: este primer paso es un ejercicio de autoconsciencia que no se expresa al otro. El objetivo ha de ser claro y conciso dada la importancia que tiene el comprobar a posteriori si lo hemos conseguido o no.
- Ponte en el lugar del otro: si te pones en el lugar del otro, comprendiendo su comportamiento, podrás desarmar sus posibles argumentos. Se trata de hacer ver a esa persona que entendemos su punto de vista.
- Introduce el problema: es el momento de exteriorizar tu deseo,crítica u opinión, o expresar a esa persona la situación que quieres que no se repita. Es decir, dar forma y expresar verbalmente tu objetivo.
- Afirma tus sentimientos y transmite las consecuencias de la actitud del otro: debes explicar a esa persona los sentimientos que nos provoca un hecho determinado de su comportamiento así como las consecuencias del mismo.
- Plantea alternativas: se trata de proponer opciones sobre la manera de actuar del otro, cómo nos gustaría que se comportase en el futuro.
- Presenta las consecuencias positivas del cambio: como paso final, transmitiremos a esa persona el resultado positivo que implicará su cambio de actitud.
Recuerda que en todo momento debes mantener el contacto visual, un volumen de voz adecuado y claro, así como posturas y gestos firmes y convincentes pero exentos de agresividad o tensión. Gracias por leer nuestro artículo de cómo hacer patente unas críticas sin ofender de Murciaterapia.es