Síntomas en 3 grupos:
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TDA-H son las siglas del Trastorno por Déficit de Atención que puede acompañarse con o sin Hiperactividad. Este trastorno, también llamado Trastorno Hipercinético, consiste en un patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere en el funcionamiento o desarrollo del niño.
En la actualidad se trata de una de las alteraciones más diagnosticadas en niños en edad escolar. Puede derivar en retrasos y dificultades en el funcionamiento académico, social y personal.
El niño con TDAH suele mostrarse despistado, ansioso, comete errores en el colegio y tiene dificultad para recordar lo aprendido. No puede estarse quieto, es impulsivo, se levanta del asiento y suele presentar problemas de conducta. En general, podemos resumir los síntomas del TDAH en tres grupos:
De forma frecuente, solemos ver al niño con TDA-H como “molesto, revoltoso, rebelde, vago, pasota, que no escucha, maleducado, etc.”. A veces, los padres y profesores sospechan que el niño con TDAH “se inventa” los síntomas porque son capaces de permanecer atentos y quietos en algunas situaciones como jugando a un vídeo juego o viendo su película favorita.
Todo esto hace que sea castigado por los profesores y los padres y reciba comentarios negativos («eres un vago», «así no vas a aprobar», «siempre estás molestando»). Esto afecta a la autoestima del niño haciéndole sentir incapaz de hacer las cosas bien. Además, en el colegio suelen verse afectadas las relaciones sociales, siendo señalado por el resto de sus compañeros como “molesto” y pudiendo ser “dejado de lado”.
Todo esto genera una sensación de malestar general en el ámbito familiar y escolar que desencadena en un empeoramiento del problema. Sin embargo, el niño con TDAH no tiene intención de portarse mal, sino que debido a su manera impulsiva de actuar hace cosas que desagradan o molestan a los demás pero cuando se da cuenta con frecuencia se arrepiente o pide perdón. Son muchos los factores que van a influir en la sintomatología del niño con TDAH y, por eso, debemos tener en cuenta todos los aspectos para un adecuado diagnóstico.
El mejor y más eficaz tratamiento para el TDAH es la terapia psicológica que, en ocasiones, puede verse acompañada de tratamiento farmacológico. Sin embargo, sabemos que aunque los fármacos pueden ayudar a una mejoría en momentos puntuales, éstos no pueden mantenerse durante largos períodos de tiempo debido a sus efectos secundarios.
Los niños con TDAH presentan características personales, familiares, sociales y escolares específicas, siendo muy diferentes entre sí. El TDA-H repercute directamente en la familia, generando un sentimiento de fracaso en los padres que en ocasiones lleva a un agravamiento del problema. Además, no podemos olvidar que en el ámbito escolar también se van a ver afectadas las áreas educativa y de aprendizaje y las relaciones sociales con sus compañeros.
En Murcia Terapia tenemos todos estos factores muy en cuenta preocupándonos por realizar un tratamiento adaptado a las necesidades del niño y su familia. Siempre de la forma más personalizada posible y en continua coordinación y colaboración con el centro escolar. Acompañamos la terapia psicológica individualizada del niño con apoyo a los padres y comunicación continua con el centro educativo, colaborando entre todos por el bienestar y mejoría del menor.